jueves, 23 de febrero de 2012


…Yo te dije: “Amarte es un arte, por eso siempre me esfuerzo al pensar las palabras antes de decírtelas, mi meta es sorprenderte”, pero quizás, al final pasársela sorprendido puede resultar aburrido, y por eso te fuiste.

Desde entonces, extrañarte se ha hecho mi nuevo arte.




La vuelta al mundo para abrazarte por la espalda - J. Porcupine.

martes, 14 de febrero de 2012

23.01


Me descubriré... Sé que mostraré mi lado flaco pero ¿qué más da? Ya no hay nada de mí que tu no sepas, y la verdad tampoco hay mucho que quiera ocultarte. Creo que eres una de las pocas personas que puede presumir de verme desnuda, y no precisamente de cuerpo.

He pensado mil veces si escribir esto, mil veces más que escribir, y seguramente pensare otras mil si enviarlo o no. Al final, sea como sea, aquí están todos mis pensamientos y sentimientos, que eventualmente quedarán en “Mis Documentos” o en el buzón de entrada de tu correo que no te importará leer.

Tal vez solo soy yo y tú no tienes nada que ver en esto.

Tal vez solo soy yo quien se empeña en que las cosas que han fracasado funcionen, quien no se detiene ante pequeñas trampas. Tal vez soy yo la que tiene culpa, la que decidió marcharse para que fueras feliz. Tal vez solo soy yo la que quiere verte, quien quiere comprobar al mirarte que nada cambió, pero ha cambiado.

Tal vez necedad de mi parte, intentos fallidos para guardar en la caja de fracasos. Tal vez son mis alas que no saben volar contigo, tal vez es mi voz que no sabe decirlo. Tal vez solo soy yo, y tú no tienes vela en éste entierro. Tal vez es algo tan mío, que quise que  fuera tuyo sin pensar las consecuencias. Tal vez solo soy yo que me voy quedando sola con tu ausencia. Tal vez soy yo la que no aprendió a olvidarte de verdad. Soy yo la que debe cerrar para siempre esa puerta, la que debe tomar sus te quieros y guardarlos en la maleta, tal vez soy yo…

Quizás fui yo siempre quien inventó sonrisas, quien dijo que te quería aunque tú ya no quisieras, quien se empeño, quien buscaba algún indicio que nunca aparecía. Tal vez solo soy una ilusa que decide volar contra el viento, nadar contra la corriente, quien extiende sus alas solo para que sean dañadas. Tal vez solo soy yo, una patética historia que nunca tuvo principio, y hoy solo me empeño en que tenga un final. Tal vez solo soy yo y tú no tienes nada que ver en esto. 

Aún pienso en como caminábamos tomados de la mano, sonrientes, ignorando cuánto daño nos haríamos… como en tu piel mis labios encontraban alivio, en mis ojos tu tiempo tenía un porqué.

¿En qué momento todo esto se nos salió de las manos? Aunque pudo ser, se pronuncia en pasado, se revuelve el pasado en dudas y en intentos rotos que no volverán.

Nos perdimos en el otro porque no supimos dónde buscar, no escribimos más porque no quedaron más palabras. Perdimos la luz que cubrimos con sombras para aparentar, nos perdimos sueños que nunca existieron.

Y al final de todo me doy cuenta de que me invade el miedo... miedo de caminar a oscuras y que tu no sujetes mi mano. 

Miedo de no saber a dónde ir cuando no te encuentre.
Miedo de que llegue la mañana y tus buenos días ya no estén ahí.
Tengo miedo, miedo de mirar tus ojos y no encontrarte detrás de ellos.
Miedo de tenerte cerca pero estar lejos de ti.
Miedo de ti y de mí.
Tengo miedo, miedo de que la distancia nos separe más.
Miedo de que alguien más pueda darte lo que yo no puedo dar.
Miedo ir despacio, miedo de acelerar.

Culparé al cielo, a la tierra, al agua, a la vida, a mi mamá y a la tuya, al destino, a la luz, a mi temperamento, a Dios (si es que existe), a mis ojos, al clima, a la altura, a tus sueños, a los míos, a la muerte que nos espera, a la vida que nos vive, a cada uno de los engaños, a tus besos, a las palabras, a tus amigos, al tiempo, a cada mensaje enviado, y cada llamada telefónica, te culpo a ti por sonreír, y a ese huequito en el cachete, a la astrología, al camino, las tortugas, a los vicios, a los viajes, al mar, a las nubes, a cada número y letra, a las tazas de café, culpo a mis ojos por despertar cada mañana, a las mariposas, a mi padre, mi hermano y cada persona que conozco, a la televisión, a las noticias, a la ropa, al jabón, a la madrugada, al inicio... al final, al arcoíris y los colores, mis alergias, a mi sangre, al destiempo, al olvido, a las tiendas, a mis amigos, a mis manos, a la imagen, al sonido, al calor, a las ciencias exactas, a la medicina, a la paranoia, a la luna, a la gripe, a tu voz, y hasta a los 5 estornudos, culpo... a lo que puedo, por no entender esto que siento, y tal vez no quiero entenderlo... porque la razón no siempre es quien debe entender... 

No debes tratar de comprenderme con la razón... debes vivirme... estoy hecha de pedacitos de vida, de trozos, de instantes... de significados.

Quisiera decirte que no me importa tu partida, que mi vida es mucho mejor. Podría decirte mentiras que fácilmente creas, pero primero tendría que creerlas yo... Lo siento, aquí estoy siendo solo yo.