Siento
que han pasado siglos desde hace un año.
20 de mayo, lo olvidaste?
No
tienes idea de cuanto temblé ese día que decidiste venir a buscarme, cuanto me
vi al espejo para intentar que, al menos, te brillaran un poquito los ojos
cuando me vieras.
Era como una primera cita.. Aunque no era la primera, ni tampoco era una cita.
Era como una primera cita.. Aunque no era la primera, ni tampoco era una cita.
20 de mayo.
Simplemente apareciste y tus manos temblando me contaron que la única nerviosa no era yo... cuando no
sabíamos que decir porque sólo queríamos que nuestras miradas no nos delataran.
Hace
un año de esos besos nerviosos que no debieron terminar nunca.
Hace
un año de la primera propuesta de matrimonio, encerrados en una burbuja donde
sólo estábamos tú y yo. Lo olvidaste? Tu anillo no.
Fue
hace un año que, por bobos felices, debimos pagar un impuesto para que no
perdiera mi autobús.
Hace
un año gritabas te amo mientras te despedías, vestido como un muñequito de
torta, tratando hacerme pasar pena... Mientras lo que lograbas era hacerme sentir
la mujer más dichosa del planeta.
Hace
un año me dormí pensándote... y un año después, a veces con lágrimas, a veces
con sonrisas, o con un poco de ambas, eso aún no ha cambiado.
Te
extraño. Y daría cualquier cosa por encontrarte allá abajo, tratando de abrir
los seguros del carro nuevo.
¿Esto tendrá sentido algún día? Dependerá del tiempo, de la distancia, de los días, de los siglos, del chocolate, del vino, de las mentiras, de las verdades y sobre todo del amor… Esa cosa que se siente, que hace que todo sea turbio y claro, que hace que todo sea peligroso y seguro, esa cosa que parece que es un sentimiento. Esa cosa que nos vuelve idiotas, que nos vuelve locos, que nos hace cometer las más tristes equivocaciones, y que al final de todo, nos convierte en almas errantes. Esa cosa que hace un año nos dimos cuenta que veniamos sintiendo desde hace mucho... Eso que sentimos ahora, nunca, o alguna vez.