lunes, 7 de noviembre de 2011

Gritos en silencio

Trabajo todos los días, me quejo de la rutina y siempre digo que hare una dieta que,  como todos los mortales, nunca cumplo. No puedo salir de mi casa sin bañarme y me gustan los perfumes dulces. Hablo más de lo que debería y nunca pienso lo que digo, y eso a veces me trae problemas. 

Siempre me ha gustado escribir, tanto que mucha gente piensa que algún día publicaré un libro. Soy odiosa y malcriada, pero sólo hasta que agarro confianza, después de ahí solo soy malcriada, eso nunca se me quita. También soy terca y consentida y quiero tener siempre la razón.

Tengo 25 años, aunque la gente piense que son muchos menos. Celosa hasta la pared del frente, defiendo lo que es mío y siempre aprendo las lecciones tarde. 

Soy Acuario, aunque no sé nada de astrología y no creo que la actitud de cada quien este delimitada por un signo. Amo  mi carrera y a mi familia, y aunque suene contradictorio muchas veces odio mi vida.

A veces planeo conversaciones en mi mente que nunca se van a llevar a cabo. Odio pelearme por estupideces con las personas que realmente me importan, y odio cuando alguien me dice “te extraño” pero no hace nada para verme.

Vivo con un nudo en la garganta y con las lagrimas a punto de salir pero tratando de fingir que todo está bien.

Tuve un amor platónico que paso a formar parte de mi realidad... hasta que lo perdí, por la distancia, por mi actitud y por su vida. Enamoro con sonrisas y miradas. Soy una niña irreverente que se disfraza de bruja mala, pero que siempre termina con un nudo en la garganta.

Y escribo de esto para huir de ti, mientras no me ves.

Créeme, lo estoy intentando.
A ratos es más difícil de lo que esperé que sería, pero intento que no te des cuenta.
De cualquier forma, ya ni por casualidad pasas por aquí, así que lo que escriba se va a perder igual que lo hemos perdido todo.

Lo estoy intentando, aunque no sepa muy bien por qué. A veces tiro la toalla y a veces no. A veces me canso y quiero que todo se vaya a la mierda y otras veces espero que seas el que fuiste y que me recuerdes por qué se supone que vale la pena.

Y mientras espero, recuerdo que todas las heridas dejan cicatrices y que algunas son tan horribles que no se curan nunca.

Solo estoy esperando a ver si es verdad que hay un momento en el que todos nos cansamos de recibir patadas y de repente todo queda sustituido por esa decepción que nos hace mas fuertes.

Al final de todo ganaste: el hoy es lo único que importa. Pero no puedes deshacer el pasado. No puedes olvidarlo tampoco. 

Y así mis sonrisas se harán cada vez más falsas, como todo esto que, queriéndolo o no, haces lo posible por perder.

Puedes decir que no, pero en el fondo, cada vez que hay un detalle mío haciéndote cosquillas, te mueres de miedo.






Puedes decir que no, pero te duele, porque sabes que después de mí nada es igual, porque conmigo, se van los arco iris.


2 comentarios:

  1. muy bueno..
    mas en esa parte en la que se quiere todo pero no se quiere nada, un peregrinar eterno por el masoquismo y el orgullo, Excelente.

    ResponderEliminar
  2. Qué bueno es conocerte a través de tus escritos. Esta es la frase!!!! "Y mientras espero, recuerdo que todas las heridas dejan cicatrices y que algunas son tan horribles que no se curan nunca" ...muy sentido todo lo que escribiste. Un abrazo con todo el cariño del bueno para ti <3

    ResponderEliminar