miércoles, 4 de septiembre de 2013

Esa mala maña de extrañar

Hace poco más de 4 meses decidí cambiar mi vida. Pensé que cambiar de aires, de espacio y de dirección postal mejoraría muchas cosas. 

Decidí dejar en otra ciudad las lágrimas que me dio y metí en la maleta las sonrisas que me regaló. Me vine con recuerdos bonitos de la gente que durante tantos años se cruzó en mi camino.. Y son esos recuerdos los que hoy causan otras tristezas.

Extraño tanto.. Y no por el tiempo que pase sin verlos o hablarles, sino por todos aquellos momentos en los que hago algo y deseo que estuvieran conmigo.

La vida sigue, eso dicen, pero a veces solamente pasan los días con esa mala maña de extrañar.

Hay momentos que sólo se pueden recordar con sensaciones, que ya no vuelven. Y ahora, que miro para otro lado, me acuerdo de aquella vista, la de hace días, meses, años, no tan lejana, pero a la vez tan distante, que sólo se siente con el recuerdo.

Me atrevo a decir, que esto es lo más difícil que jamás viví.

Los cambios son raros, más aun cuando te sientan bien. 


2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Cuando se te presentó esta oportunidad, creo que fui el primero en enterarme, alegrarme y apoyarte la idea de empezar una nueva vida en otro lado... Aunque eso implicara dejar atrás todo, incluso a tus amigos, pero era un riesgo que tenías que correr para probar suerte... Total, lo que necesitabas en aquel entonces era esa oportunidad que se te presentaba y era tomarla o tomarla. Aún cuando te apoyé en todo momento y estaba contento de que te ibas por algo mejor, no podía hacer caso omiso a ese nudo en la garganta que se me formaba cada vez que hablábamos del tema, o cada vez que recordaba lo que implicaría el que te fueras. Hoy, sigo extrañandote como desde el primer día, me haces una falta inmensa y si, estoy un poco triste de no saber cuando nos volveremos a ver... No importa, dejaré a un lado mi egoísmo y pensaré (y sé que es asi), que ahora te va mejor que cuando estabas aquí y eso me alegra. Desde que te fuiste, siempre te he deseado el mejor de los éxitos... Y espero que continúe yéndote cada día mejor. Te amo inmenso, mi negra. Un abrazo, tu maldito miope.

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